La historia de Nina Sayers (interpretada por una sobresaliente Natalie Portman), la bailarina, puede ser la historia de muchos o todos. Una lucha no contra el ambiente, ni la gente que te rodea, sino una competencia entre lo mejor y lo peor de ti. Una de las cosas que más he visto en el último tiempo, es la poca tolerancia ante el fracaso, la obsesión enfermiza por lograr ciertas metas, no importando si paso a llevar a otros, si lo hago con armas lícitas, si desconozco la ética, o justifico mis acciones en pro de la meta. Recuerdo de una de las máximas de los Juegos Olímpicos, citando a Pierre de Coubertain, que dice: lo importante no es ganar, sino competir... En el día de hoy, suena muy linda y evoca una mirada de la vida que hoy provoca casi risas o por lo menos una sonrisa burlona...pues vivimos inmersos en un mundo donde se busca la posición, el status, donde el vendedor no vende sólo un producto, sino que se vende a sí mismo, incluso su propia intimidad y no por eso es más transparente.
La historia del Lago de los Cisnes, es de
por sí, terrible y cuantas historias se han escrito alrededor de ella. Esta
historia es una adaptación del original, en donde Nina, tendrá que asumir dos
papeles contrastantes, el del cisne blanco, que ejecuta a la perfección y el
del cisne negro, con el que no logra dar con el personaje. La primera
bailarina, ya tiene sus años y ha sido dejada de lado, para nominar a Nina, lo
que provoca en ella una reacción complicada, que estremece también a la
protagonista, más aún, cuando llega una nueva bailarina, que cumple con creces
como para interpretar el cisne negro. Le relación con una madre frustrada como
bailarina, hace que el entorno en que vive, sea de aparente sosiego, pero en
verdad, un lugar que más parece una cárcel y del cual no puede salir y le
impide crecer...¿pero la pregunta es...qué significa realmente crecer?
¿significa probarlo todo, apostar todo, renunciar a todo, buscar todo?¿puedo
ser consciente que vivo los sueños de los otros?
Recuerdo que
alguna vez leí un libro de un gran bailarín de ballet ruso. Tuve también una
relación con una joven que bailaba ballet y pude comprender en parte un mundo
lejano para mí, a no ser por la música. Creo que han sido muy pocas las veces
que he visto ballet en vivo, pero creo que adhiero más a la danza contemporánea
y a otros estilos, sin despreciar el ballet clásico en sí, en lo personal, y
recalco, en lo personal, me gusta más la música de ballet, que el ballet en sí
mismo.
Este film de Darren Aronofski, nos
presenta una vida que comienza a tornarse al límite, donde la seducción de
llegar a la cima, se transforma en una constante ansiedad, temor, desconfianza
de los que pudieran arrebatarle el puesto, que lleva a una soledad de
niña-mujer, los sueños tormentosos que la invaden y el temor acechante del
fracaso y la locura violenta que corre hacia la muerte sin poder detenerse.
¿Cuántos ejemplos de vidas destruidas por la fama, el poder, la soberbia y
otras causas, hemos visto en el último tiempo. Una película más al límite aún,
dirigida por el mismo director, es “Requiem para un sueño”, que muestra con
crudeza, situaciones que podemos encontrar, a la vuelta de la esquina y a
veces, tal vez, dentro de tu propio hogar.
¿A qué estás
dispuesto a renunciar con tal de cumplir un sueño? ¿A cuántos sueños estás
dipuesto a renunciar con tal de cumplir…?
“Porque en los muchos sueños
y en
las muchas palabras hay vanidades;
tú, sin embargo, teme a Dios.”
Eclesiastés 5:7
Salomón era un rey sabio,
famoso, cumplió sus sueños…pero algo pasó en el camino que se desvió y después de
dar tantas vueltas, llega nuevamente, al lugar de donde nunca debió apartarse, la
presencia de Dios. Las consecuencias de sus actos, llevaron a la división de un
Reino. Las consecuencias de nuestros actos pueden llevarnos a la división de
una familia, la separación de los amigos, de la mujer u hombre que amas, de la realidad…El temer a Dios, no significa
no soñar, ni tampoco hablar…sino que buscar los mejores sueños que se
conviertan en realidad, esos no serán sólo sueños de admiración de otros para
mí, sino admirarnos de lo que puede hacer Dios en nosotros y lo que podemos
hacer en Su Nombre por quienes nos rodean y luchar por ello. No significa
derramar palabras sin sentido o con resentimiento, ni tampoco sólo callar, sino
palabras firmes, pero no duras, verdaderas y con amor. Ahí será cuando de “patito
feo”, nos reconoceremos en lo que
realmente somos, cisnes que viven en medio de otra familia.
2 comentarios:
Hola Iván. Gracias por tu comentario sobre esta película que estremece. Un día la arrendé para "distraerme", pero claro, es una peli para pensarla. El ballet me encanta, no solo su música sino su interpretación y prefiero el clásico. Te copio un link de una de las obras que mas me gusta: La bayadera. Historia de amor. El video muestra "el averno de las bayaderas" es una pieza hermosa, donde el hombre aparace fumando una droga que le transportará hacia donde yace su amada. Puedes encontrar en youtube la obra completa. Totalmente recomendable aun para quienes no gustan del ballet.
http://www.youtube.com/watch?v=P4wzCIWHHOc&feature=related
Y respecto de la historia de Nina, ya lo sabemos: de que aprovechare el hombre si pierde su alma..
Hola J: gracias por tu comentario. Repito...jeje...no es que no me guste la danza...ni tampco el ballet, sino que para mí en lo personal es más cercana la música. Gracias por el link del "averno", muy bueno. Un abrazo y bendiciones.
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