*God only knows what I’d be without you …
Sólo Dios sabe nuestros destinos
¿Qué pasaría si hoy supieras que te quedan pocos meses de vida? ¿qué harías si hoy te ganaras el premio más grande de la historia de los juegos de azar? Quizá más de alguna vez has respondido a estas interrogantes y has soñado despierto…
¿Qué pasaría si hoy supieras que te quedan pocos meses de vida? ¿qué harías si hoy te ganaras el premio más grande de la historia de los juegos de azar? Quizá más de alguna vez has respondido a estas interrogantes y has soñado despierto…
Ahora, si la primera de ellas, no fuera en un tiempo condicional, sino que ahora es una realidad, y abruptamente, descubres que has soñado despierto (a) toda tu vida y que tus sueños quizá nunca serán realidad... eso, puede llegar a aterrar y producir diversas reacciones.
Ann, el personaje principal de este film, despierta y descubre una vida; la suya, en la que pronto no estará. Se encuentra rodeada de personajes que siguen soñando, donde quizá el médico que la diagnostica, vislumbra la realidad y donde el único que está despierto realmente, al igual que ella, es su padre, que está en la cárcel y que le dice una frase:
Ann, el personaje principal de este film, despierta y descubre una vida; la suya, en la que pronto no estará. Se encuentra rodeada de personajes que siguen soñando, donde quizá el médico que la diagnostica, vislumbra la realidad y donde el único que está despierto realmente, al igual que ella, es su padre, que está en la cárcel y que le dice una frase:
”…no poder vivir la vida que otros esperan que vivamos…”
En una “conversación” con su madre, le pregunta ¿quién es normal?, su madre se demora en contestar y al fin le dice el nombre de quien fuera un conocido cantante, como si le conociera en lo más íntimo para hacer tal aseveración. Todos, de una forma u otra, hemos admirado a alguien en alguna ocasión de nuestras vidas. Algunos se han hecho fans, “viviendo la vida de sus ídolos”, celebrando sus triunfos, sufriendo sus derrotas, perdonando incluso sus caídas…como si fueran propias, manteniendo así, un sueño o ilusión de ser como ellos, que son “la gente normal”.
En una “conversación” con su madre, le pregunta ¿quién es normal?, su madre se demora en contestar y al fin le dice el nombre de quien fuera un conocido cantante, como si le conociera en lo más íntimo para hacer tal aseveración. Todos, de una forma u otra, hemos admirado a alguien en alguna ocasión de nuestras vidas. Algunos se han hecho fans, “viviendo la vida de sus ídolos”, celebrando sus triunfos, sufriendo sus derrotas, perdonando incluso sus caídas…como si fueran propias, manteniendo así, un sueño o ilusión de ser como ellos, que son “la gente normal”.
Ella decide priorizar, darle un sentido de vida…a la vida que le queda y hacer realidad lo que soñó, dejar un legado para sus hijas, dejar resuelto todo lo que queda y quizá una de las cosas más importantes que anota en su cuaderno: decir lo que piensa. Confiesa en algún momento, que ora a alguien, no sabe a quien, pero ora,… ¿cuántas veces te habrás preguntado:¿a quién oro ?¿por qué oro?¿es para qué un “genio en la lámpara” cumpla mis deseos? El Padre Nuestro es una oración en la que pedimos que se haga la Voluntad de Dios; en la que no hay error y en la que hay un propósito que tarde o temprano descubrimos.
Bueno es recordar las palabras del apóstol Pablo: “sed imitadores de mí, como yo de Cristo, “¿con qué sueñas?, ¿en quién fijas tus ojos? Te advierto, ten cuidado, en esas palabras, hay un real sentido de vida, que abre tus ojos, a la vida eterna.
Iván Werth Münchmeyer
* Canción de los Beach Boys, que canta Ann a su marido, versión en Castellano Pedro Aznar.
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