lunes, julio 25, 2005

La aldea

La aldea dentro de la aldea ¿un concepto de familia segura?

" ¡ Por favor cierra la puerta!"*
Cada día al leer o ver las noticias, nos espantamos de las cosas que suceden en el mundo y agradecemos cada vez que aparece una “buena nueva”, en medio de ellas.

Nos aflige hasta lo más profundo el saber sobre tasas de crecimiento en: desempleo, hambre, enfermedades, “accidentes” de tránsito, suicidios, violencia callejera, delincuencia, guerras, todo tipo de consumos, divorcios, calumnias y aparentes verdades que salen a la luz…etc.
Estos y otros males han afectado en una medida u otra a toda la humanidad, a través de toda su historia, en diferentes o similares contextos. Cada día oramos, para quedar exentos de dichas situaciones, no sólo nosotros sino que quienes queremos, nuestras propias familias. Esta historia de la humanidad, la vemos reflejada en muchas obras, pero vienen a la mente, las concepciones de mundo que nos entrega una Utopía de Moro, un día feliz de Huxley, un 1984 de Orwell, un Fahrenheit 451 de Bradbury…o un Michael Crichton, en cuya idea está basada esta película, que quizá esté en un tono menor a las restantes, pero que es valorable en cuanto al conflicto que presenta y que invita a la reflexión, el director del film, M. Night Shyamalan.

En este film encontramos una aldea que quiere ser perfecta, que vive en paz y confraternidad, pero sobre la que se ciernen temores del pasado no resuelto, del presente que está cambiando y la necesidad de volver a un status quo. Covington Village (nombre del pueblo), quiere fortalecer el concepto familiar, aunque podemos detectar prontamente que faltan piezas en esta sociedad y que algunas de las piezas que sí están, no saben que parte del rompecabezas son. El cruce de la frontera del pueblo significa el encuentro con los “innombrables”, ley que guardan celosamente los mayores y que es obedecida ciegamente por todos con terror a las consecuencias. Por ello, las campanas están siempre en alerta ante el inminente ataque foráneo.

La desintegración de lo que llamamos o comprendemos usualmente como familia, es uno de los temores más grandes que nos pueden afectar, pero quizá hoy estemos viviendo algo aún peor que eso, que es la falta de temor a la desintegración de la familia, tal vez, porque el verlo a diario, en películas, series de t.v., noticias y en nuestro entorno más cercano en la vida real, le está otorgando tácita o abiertamente la calidad normal, de desechable.

En el pueblo, hay una nueva generación que se levanta para enfrentar esos temores ancestrales y el amor será el hilo conductor, pero algo o alguien acecha desde fuera o quizá desde dentro…no queriendo entender, recordar o vivir en las Palabras de Jesús:

“Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.”

Oramos para que nuestras familias sean guardadas del mal, oremos para que no seamos indiferentes al mal que afecta a otras familias, para que no cerremos puertas que se han de abrir y no abramos puertas que se han de cerrar.

Si ves la película, espero que entiendas lo anteriormente expuesto y reflexiones a que abres y a que cierras la puerta.


Iván Werth Münchmeyer

*Súplica desgarradora de una mujer ante una situación extrema en una escena de la película.

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