lunes, noviembre 15, 2010

El pequeño Nicolás

Al ver las aventuras del Pequeño Nicolás, es fácil remontarse a los tiempos de la niñez y sonreir con la historia que se presenta y los personajes que van mostrando sus cualidades y limitaciones. Es para mí, difícil abstraerme y no relacionar esta historia con un personaje que marcó mi niñez y creado varios años antes de la obra de Goscinny e ilustrada por Sempé, me refiero a Papelucho, de la chilena, Marcela Paz. Se dice que otro de los célebres personajes de Goscinny en combinación con Uderzo como ilustrador, llamado Astérix, se basaría en un referente anterior creado en Argentina, llamado Patoruzú. En el primero de los casos, conocí a Papelucho de perqueño y a Nicolás lo conocí ahora, en el segundo de los casos, Astérix acompañó mi niñez pero más la adolescencia y a Patoruzú lo conocí ahora. Es lo que me pasa por ejemplo con El principito de Saint- Exupéry, que de vez en cuando vuelvo a leer, me vuelve a encantar y reconozco cosas nuevas, es lo que me pasa al volver una y otra vez a la Biblia. Sobre la película y las historias de las cuales deriva, no puedo sino maravillarme con la genialidad de estructurar personajes y diálogos desde la perspectiva en este caso particular, de un niño al que simplemente le preguntan ¿ qué quieres ser cuándo grande? Creo que a medida que crecemos esa pregunta se hace tan insistente, como a veces insoportable o contenedora de un sueño por respuesta...astronauta o superhéroe, doctor o futbolista...rockstar o actor, pero a medida que iba pasando el tiempo, asumíamos que a veces no se tenía talentos...o como se dice, “dedos pal´piano”, sin que eso, necesariamente, fuese un trauma, aunque en algunos casos, sí.

Yo no sé si te quedan de esos amigos de la infancia, ni menos sé como fue ella, pero seguramente hubo sueños no se cumplieron y otros que sí. Tal vez recuerdes a tus compañeros de curso, alguna travesura, o algún club o pandilla a la que perteneciste.Yo recuerdo a los “carnibolsha”, no me preguntes el origen del nombre ni como se gestaron, porque no lo recuerdo, pero sí me acuerdo que se destacábamos por luchar y morder a los “perros sarnosos” antes que ellos...nos mordieran a nosotros...sólo sé que ni fuímos un referente social ni mucho menos, pero en esos tiempos mordía fuerte...y creía en la amistad fraternal y leal. Sigo creyendo en ella, pero ahora se “muerde” en otra forma y sólo cuando es necesario, no como un simple juego.

Como niño, nos pasan muchas cosas y nos sorprende el mundo que nos rodea, eso no ha cambiado, pero cada vez los niños tienen menos sobre lo que asombrarse porque conocen mucho más de lo propio de la infancia, por causa de los adultos. A veces como niño es tan fácil resolver un problema, como fácil es caer en ellos. Nicolás es hijo único y su gran problema puede ser...el llegar a tener un hermanito...sólo en medio de su fauna de compañeros y amigos es posible encontrar ayuda... Su mejor amigo Alcestes, piensa todo en términos de comida, Godofredo es el rey de los disfraces y proviene de una familia de mucho dinero producto de una herencia, Aniano es el mateo del curso, pero de esos acusetes y que siempre se las saben todas, Clotario es todo lo contrario, siempre en su mundo, el último de la clase, que sueña con su bicicleta y provisto de buen corazón. Infaltable es María Eduvigis, que tiene un aire a María Josefina de la serie Carrrusel, que a su vez, estaba basada en una serie argentina, llamada Jacinta Pichimahuida, en torno a la historia de una profesora y su curso, es como si hubiese historias de niños, que se repiten de generación en generación. En el film, hay un guiño a otra película donde hay niños, Los Coristas.

Las secuencias de diálogos, sobretodo las de los niños, intentando comprender el mundo de los adultos, son geniales y nos hacen reflexionar sobre que transmitimos a las generaciones que nos siguen y como nos comunicamos intergeneracionalmente. Además de mostrarnos que a veces los adultos no siempre asumimos o estamos “ a la altura” de lo que se espera de nosotros, en cuanto a nuestro comportamiento.

Es hermosa la amistad entre estos niños, todos dispuestos a ayudar y buscar soluciones al problema que aqueja a Nicolás, cuanto debemos aprender de ellos.

Dice la Palabra de Dios en Primera de Pedro 2:2, que deseemos como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcamos para salvación...y anteriormente nos habla de dejar toda maldad, todo engaño, hipocresía, envidia y toda maledicencia. Que interesante desafío tenemos los adultos, de brindar esa leche de la Palabra, no sólo con nuestras bocas, sino con nuestros corazones.


No hay comentarios.: