lunes, agosto 28, 2006

El analfabeto

Quizá hayas visto alguna o más de alguna película de Cantinflas. Como en todo, sé que hay gente que le fascina y otras que no lo soportan. En lo personal he pasado por las dos etapas, pero creo que me es muy difícil dejar de ver películas suyas y que una y otra vez me río o sonrío de la “ingenuidad profunda”, “de la palabra fácil que lo complica todo”, “de ese andar con los pantalones caídos, pero con el orgullo bien en alto”, de sus discursos, (que recuerdan a los de otro grandes, como Chaplin en el Gran Dictador ), llenos de una solemnidad, que bien pudiera arrancar lágrimas entre sonrisas, en la legítima aspiración de un mundo mejor.
Un artista de excepción, capaz de plantarse bajo un carpa o ante una cámara de cine y que si boxeaba como hablaba…sus peleas deben haber sido un espectáculo.

En este film de 1960…sí, es cierto, mucho tiempo atrás…por lo que ya podemos hablar de un clásico del cine, de la comedia, de México y del mundo, pues su fama trascendió y aún hoy seguimos viendo de tiempo en tiempo, temporadas de sus películas en distintos canales de t.v. Como decía, en este film de 1960…nos encontramos con un hombre “pobre pero honrado”, como diría el lema del diario del pueblo de otro personaje conocido, como es
Condorito. Este hombre, llamado Inocencio Calvo y Prieto, recibe una carta que cambiará su vida en todo sentido, pues la vergüenza, le hace tomar el desafío de aprender a leer y escribir para saber que dice. Vive con su madrina trabajadora como ella sola, pero ya de avanzada edad, a la que quiere mucho y anhela mejorarle la situación.

El comienzo de sus clases en la escuela, lo hacen aspirar a un trabajo en el banco y coincidentemente…se topa con una hermosa joven que llega al pueblo a servir en una casa, a la que amablemente, lleva hasta la puerta de su nuevo lugar de trabajo. Su nombre es Blanquita y ambos han quedado interesados el uno en el otro. No diremos más acerca del argumento, pero aunque muchos pudieran pensar que el contenido de la carta le dará un nuevo status a este hombre, creo que eso viene de antes y sólo es consecuencia…
”como quien dice de un actuar en la mera consecuencia consistente y permanente, no dejando que desear en las tareas encargadas para facilitar el ingreso económico honrado, pos como quien dice el sustento...que es como se viene a decir correctamente, eso del pan nuestro de cada día, para llevar el hogar propio o prestado, más prestado que propio...pero en fin...cargando ese pan con el sudor de mi frente y conste que a mí no me gusta comer el pan mojado... pos que se me viene a la mente ese pan recién hechito, perfumadito, calientito, que lo llevo de invitado a la casa, que como ya le dije, es más prestada que propia... y que conste que no me lo como aunque tenga mucho hambre y no tenga ni fuerzas ni sudor para seguir andando...pos...que mojado y todo, como quien viene haciéndole al dicho, hay que ponerle la buena cara al agua cuando llueve y así quedamos limpiecitos...y no tenemos problema con la inconsecuencia misma que se nos aparece, queriéndole quitar a otros que llevan su propio pancito requeterrico también...¿clarito no?" (locura mía intentando parafrasear como explicaría nuestro protagonista el ser honrado y trabajador)

Me llaman la atención que los nombres de los personajes, tengan un significado “evidente”, tal como sucede en la Biblia, cuando hay nombres que son cambiado por Dios, dando un nuevo sentido de vida por ej: a Abraham y por quienes quieren desafiar a Dios, como Nabucodonosor, que les cambia el nombre a Daniel y sus amigos en Babilonia, como forma de sometimiento al imperio. Por ello, que llamarse Inocencio y Blanquita, tiene un sentido que los personajes asumen, sin que inocencia signifique no ser inteligente o que lo blanco o puro no haya que defenderlo del acecho de otros personajes cuyos nombres no son relevantes, pero sí, sus malas actitudes.


El aprender a leer no te garantiza el tener una “buena vida”, tampoco lo hace el contar con una carrera o incluso con alguna especialización, pero si sabes usar las herramientas, muchas, pocas o sólo una…, llámese talentos con que naces o dones que recibes de Dios al creer en Él y aprendes a leer Su Voluntad…creo firmemente, que nos encontramos ante una vida buena…una vida nueva, una vida con un sentido final o de un nuevo comienzo en Dios, que no tendrá final.

La pregunta es…Qué hacemos con lo que aprendemos? ¿Lo atesoramos como si la sabiduría, fuera algo que se guarda en un refrigerador, que sacamos de vez en cuando, calentamos en el microondas y comemos? ¿ o la sabiduría nos invita a compartirla, a aplicarla, “como quien dice” a vivir lo que aprendemos...?

“La clave del éxito “ en la vida de Inocencio, es mantenerse firme en sus principios…y en sus finales… “como quien dice…” la rectitud de su corazón, reflejada en sus actos, más allá de si la circunstancias son favorables o adversas.

“Yo amo, tú amas, él ama, nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman… Ojalá no fuese conjugación sino realidad.”

La de arriba, es una de las tantas frases de un hombre llamado
Mario Moreno, pero que toma un sentido mayor en la boca de Cantinflas, quien tiene la libertad del humor, para decir cosas que en otro contexto, sonarían muy duras, aunque siguen siendo profundamente ciertas y dolorosas desde la comedia.

“ Y él me enseñaba y me decía: retenga tu corazón mis razones, Guarda mis mandamientos, y vivirás. Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no te olvides ni te apartes de de las razones de mi boca; “

Proverbios 4:4-6

Esta es una de las tantas frases que nos hablan de la sabiduría y que se resumen en otra frase que dice que; "el principio de la sabiduría, es el temor a Dios", vale decir, conocerle, reconocerle, obedecerle, ofrecerle, amarle y amar a los demás, como a nosotros mismos, porque Él nos amó primero.

Un abrazo

Iván Werth Münchmeyer

3 comentarios:

Carmen Bellver dijo...

Siempre he admirado a Cantiflas, el cómico que como Chaplin supo sacar un estereotipo, de pueblerino, inculto pero lleno de una sabiduria popular que muchos quisieran para sí. Creo que marcó una época y aportó al género cómico un buen puñado de películas que quedarán para la posteridad. La sabiduria, poca o mucha que podamos tener, debemos ofrecerla a los demás. Eso aspiro en mi blog, compartir y trasmitir opiniones y saberes desde una prespectiva cristiana

werth dijo...

Carmen:
gracias por escribir. Estuve viendo tu perspectiva en el tu blog. Se ve interesante tu trabajo, espero que continúes en ello.

Iván

Anónimo dijo...

Me encanta Cantinflas y me gusta mucho esta película. Y muy buena su reflexión.