viernes, julio 31, 2009

Cuentos que no son cuento



Si le preguntaran a un niño o niña pequeña que es lo que más les gusta a la hora de irse a la cama, lo más probable es que dirían, los cuentos que me cuenta mi papá, mi mamá mis abuelos o tíos. Tal vez eso esté cambiando, pero que tiempo precioso es el de compartir con los niños, historias que nos transportan a otros mundos o quizá historias que han sucedido en el nuestro, y que más maravillosas que cualquier cuento.
Esta película “animada” por seres reales de Disney, es una película familiar, que habla de sueños, esperanzas, frustraciones, pesadillas y todas las locuras y/o incoherencias que se manifiestan en los sueños...y por supuesto en la vida real...que no es lo mismo que decir...ideal.
Adam Sandler (Skeeter Bronson), el protagonista de la historia, un hombre más bien joven, que ha sido criado en un hotel, que fue de su padre, pero que por problemas económicos (vida real...), tuvo que vender, con el compromiso que su hijo siempre tuviera trabajo. Es por eso que...conoce al revés y al derecho como funciona el lugar, que será transformado y cambiado de lugar por un nuevo proyecto hotelero temático, lo que genera muchas expectativas y ambiciones, incluso amores por conveniencia, en el ambiente.En medio de todo, la visita de sus pequeños sobrinos, por la cesantía de su madre profesora, que tiene que ir a una entrevista de trabajo en otra ciudad (vida real...), hace que retome la tradición de cuentos que inventaba su padre cada noche, para él y su hermana. El cuidado de los niños es por turnos con la profesora del colegio (Keri Rusell) y amiga personal de su hermana (Courtney Cox, que es Mónica en la serie de t.v. Friends). con la que Skeeter no congenia del todo... Es así que, por las noches, les inventa cuentos, con la salvedad que los niños,pueden introducir cambios para mejorar...o “empeorar” la historia, según los patrones de un adulto. Lo interesante, es que esos cuentos, al día siguiente, por algún motivo “mágico”, comienzan a hacerse realidad, de una manera similar, a la soñada, lo que genera expectativas que pueden terminar muy bien o muy mal. Siempre escuché que los cuentos eran historias para adultos contadas alrededor de una fogata durante las noches, que con el tiempo fueron suavizándose para llegar a ser los cuentos más o menos como los conocemos, en sus versiones más antiguas para niños o en las adaptaciones de Disney o de otros grupos. Leía hace unos días respecto a la historia de los cuentos y recordé las recopilaciones de Charles Perrault, los hermanos Grimm, entre otros, por ahí tengo guardadas varias colecciones de cuentos chilenos, pero algunos estudiosos sugierne que no fue en la Edad Media, sino en el Antiguo Egipto que se incia con el cuento de Anup y Bata, que tiene reminiscencias de otro “cuento” el de Adán y Eva...tal vez sea mejor llamarle, historia, por cuanto se trata éste úlitmo relato, de un hecho real, no de un cuento, mito, leyenda o fábula. Mientras buscaba más información acerca del tema, me encontré con la siguiente frase, que quisiera compartir:
Utilizan la fantasía para ofrecer esperanza y para sugerir la posibilidad de crecimiento y autorrealización, particularmente para los niños”
Bruno Bettelheim (Libro, Psicoanálisis de los cuentos), algo para reflexionar. He encontrado algunos autores que hablan de morfología y origen del cuento, como Vladimir Propp y recientemente, una investigadora norteamericana, situó el origen del cuento de hadas en la Edad Media, en la ciudad de Venecia, con Straparola, como su iniciador, con el Gato con Botas en 1550. Muchos de esos cuentos son aspiracionales y responderían a la grave recesión económica de la ciudad y a la prohibición de los matrimonios entre nobles y plebeyos.
“Lo que fue diferente fueron esos cuentos de hadas de ascenso construidos en ese tipo de esperanzas generalizadas de una mejora en sus vidas”,
Ruth B. Bottigheimer. Autora de Fairy Tales: a new story. Quisiera invitarlos a recordar que cuentos marcaron su infancia, que aprendieron de ellos y si los han seguido transmitiendo. Cuentos con héroes y villanos, con finales felices, con princesas, príncipes azules...hadas, brujas, etc. Cuando vi Shrek por primera vez, me reí mucho, por el tratamiento del cuento y por mostrar un lado b o no tan perfecto o amplio entre toda la gama de personajes. Algunas situaciones de la vida real, son como el cuento que nunca termina...porque no se sabe bien como empezó...ni diferenciar la verdad de lo que no lo es...

“y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. 2 Timoteo 4:4

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