martes, abril 21, 2009

El niño con el pijama a rayas



Se dice que la realidad supera la ficción y muchas veces eso es cierto. Se dice también que el libro es mejor que la película. En este último caso, no sé si será cierto, pues no lo he leído, pero lo que se es que John Boyne, toma como base una historia, la de la humanidad, que a veces relata lo mejor y en otras, lo peor del hombre, esta vez, en lo que aparentemente es, una inocente historia…de niños, pero que no es sino, el relato de una culpable historia de adultos.
He declarado que no me gustan en demasía, las películas de guerra, ni las de gángsters, pero ambas tienen al parecer un encanto especial como temática, casi como terapia, en algunos casos, no sé si para los espectadores…o para los directores, guionistas y/o actores.Pese a ello, debo decir que hay obras maestras en estos géneros y/o subgéneros.
No sé si este film, entrará en esa categoria…la de obra maestra. No sé si tiene el brillo de una, La vida es bella, o que tenga la fuerza del relato de un Diario de Anna Frank, pero lo que si sé es que los niños pueden hacerse amigos de culaquiera, en algunos casos, de amigos imaginarios… Dos niños, Bruno y Shmuel, comparten más de lo que creen: la niñez, un lugar geográfico, una familia,la soledad del juego y de la espera de un dia mejor, la realidad de una reja que los separa, pero que los une.
Hay tiempos en la historia de la humanidad, que son cíclicos, donde aparece la dificultad de reconocer al verdadero enemigo, de ver que que a quien llamo enemigo, aunque no quiera aceptarlo o reconocerlo, es tambien mi prójimo. La declaración de guerra debiese ser a: los temores, disfraces, prejuicios y mentiras que se comienzan a aprender de niños, que se manifiestan de adultos en la incapacidad de comunicar con firmeza más que con dureza, nuestros principios de amor, verdad y vida.
En la película, no sé si en el libro, se habla de ser el mejor explorador del mundo, tal y como lo han sido de una forma u otra, muchos misioneros, a lo largo de la historia, pero en ella se manifiesta como una ironia o mas bien un sarcasmo al declarar, que el mejor explorador del mundo, es el que encuentra a un judío bueno…
Vemos como la inocencia de la hermana mayor de Bruno, ambos hijos de un oficial nazi, comienza a perderse, cuando desecha a sus muñecas, esa es la vision aterradora del niño al ir a buscar su pelota al sótano y verlas, que simboliza o anticipa, algo peor, que es, desechar la vida humana. Auschwitz, es un reflejo silencioso, ahora, de un recuerdo tormentoso, de una realidad, sin límites que se expresó en mentes y corazones.
Vemos en el film, como la propaganda, un aparato comunicacional poderoso, más que invitar, empuja a creer, ciegamente, en una idea de ser humano, super raza y estado, dejando atrás por un fanatismo exacerbado, los matices de la historia de un pueblo, nacion y mundo.
El apóstol Pablo, nos comenta una forma de enfrentar la vida en forma madura, que distintas serían las cosas…si fuéramos como niños en algunas de ellas…como reflejo de madurez.
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 1 de Corintios 14: 20

No hay comentarios.: