viernes, noviembre 28, 2008

Wall-E


Me preguntaba porque hay tantas películas donde hay antropomorfismo (darle cualidades humanas a cosas), tal vez, una de las razones es que nos hemos vuelto nosotros mismos…”cosas u objetos”, y donde para reconocernos y tomar conciencia de nuestra propia humanidad, es necesario vernos en objetos o cosas que nos hagan recordar “nuestra imagen y semejanza”, porque tal y como lo muestra este brillante film, tal vez nos hemos automatizado y acomodado, un sólo ejemplo, ¿tienes celular o usas habitualmente e-mail? La pregunta es: ¿cuánto te angustias porque no te contestan de inmediato o porque el correo demora en llegar o salir unos segundos más? Nos hemos hecho demasiado virtuales, tomando la definición de la RAE:
1. adj. Que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real.
2. adj. Implícito, tácito.
3. adj. Fís. Que tiene existencia aparente y no real.
Quizá la propia definición sea confusa…en algún sentido. He sabido de muchas relaciones “virtuales”. Así como se dice que el papel aguanta mucho, podría hacer un update y decir que: Internet aguanta mucho. Sí, es efectivo que nos da una idea de democracia, pero también de autoritarismo de lo relativo, de lo que no siempre se hace cargo de sus dichos y hechos…porque piensa que son sólo virtuales, donde está implícita o tácita la lucha entre hacer todo uniforme o multiforme.
El mundo en que vivimos…es real, nos guste o no como está. Podemos buscar mil formas para evadirnos, incluso el propio cine, podría ser una de ellas…aunque fuera un documental o una historia real la que vea. Para mí, el cine es “un” cable a tierra, que me permite soñar, reflexionar y vivir con los ojos puestos en Cristo, primeramente…quien produce un efecto de presente y a futuro y que no deja de ser efectivo o real y que me invita día a día a dejar las apariencias de lado.
Lo más real de Wall-E es el ejemplo de amor, perseverancia, orden, trabajo, amistad, compasión, cuidado, ingenuidad…Lo más “ficticio” del film, es el nombre de la nave que lleva a los seres humanos, que han dejado la tierra a causa de la contaminación, a la espera de un día volver…ese nombre es: Axioma (una proposición tan clara y evidente que se admite sin necesidad de demostración).
La esperanza en el hombre mismo como Salvador del mundo, nos hace olvidar que fuimos hechos a imagen y semejanza del Creador, que nos hizo administradores de su creación…y que nuestra corrupción en todo orden de “cosas”, nos ha hecho parte del siguiente quejido:
!!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Isaías 5:20

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